"Aquello que puedes hacer, o sueñas que puedes hacer, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia"
Goethe

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Que tener en cuenta en las entrevistas de trabajo

Continuemos con estas herramientas que pueden ser de utilidad en el objetivo de tener un nuevo reto profesional.

1     Gestiona tus emociones. El conocer cómo gestionar nuestras emociones es imprescindible para dar una excelente imagen delante del entrevistador/responsable de RR.HH. mostrando nuestro lado de mayor seguridad en nosotros mismos y autoestima y con una gran confianza es nuestras posibilidades de ser seleccionados. Es en los primero minutos cuando esto se hace más relevante, por lo que debemos estar alerta a nuestras reacciones tanto verbales como no verbales.
2   Sal de la Zona de Confort. Todas las personas nos encontramos más a gusto en unos sitios que en otros, haciendo unas cosas y no otras, es decir, si conocemos lo que tenemos que hacer lo haremos con más comodidad e incluso muy bien dados los conocimientos, experiencias y habilidades en realizarlo. Eso viene a colación que debemos ir preparados para cualquier imprevisto que puede acaecer, llegando incluso a ir a donde se realizará la entrevista, la zona, calle, edificio, y así esos nervios previos se diluirán, y concentrándonos en lo importante: la entrevista.
3   Utiliza la mirada. De los aspectos más importante en una entrevista y que más frecuentemente suele ocurrir de lo que pensamos, es que no se sabe qué hacer con la misma. ¿Miro muchos a los ojos del entrevistador? ¿le miro poco? ¿intensamente?. La regla general es que SIEMPRE hay que mirar a los ojos de quién tenemos delante, pues da sensación de seguridad en nosotros mismos y de nuestra propia confianza. Se bajará la vista en ocasiones para relajarla, pues tampoco hay necesidad de salir con dolor de ojos ni de impresionar al entrevistador. Debe ser una mirada sincera, que transmita verisimilitud a lo que exponemos.

Y todavía quedan algunas cosas más…….

martes, 17 de septiembre de 2013

Continuando con lo escrito en el artículo anterior, y teniendo en cuenta que entramos en un momento en el que puede haber más posibilidades de entrevista, pues estos meses de septiembre, octubre y noviembre suelen ser en los que se planifican e incrementan plantillas, algunas herramientas pueden mejorar nuestras posibilidades de ser seleccionados. Por ejemplo:
       Ser honrados. El modificar el historial en algunos aspectos no significa que tengamos que poner mentiras. El quitar las fechas de los meses para que no se vea si hay alguna laguna de trabajo, o la duración de un curso no es una mentira que pueda hacer que estemos nerviosos durante la entrevista. Es fundamental sentirnos seguros de nosotros mismos y eso se hace teniendo un conocimiento profundo de lo que ha sido nuestro recorrido profesional.
2        Saber gestionar nuestra Comunicación No Verbal (CNV). Se podría escribir mucho la CNV pero hay aspectos fundamentales que nos delatan a lo largo de la entrevista con otra persona y de la que somos inconscientes. Sin tener conciencia de ello, hacemos gestos, colocamos posturas, realizamos movimientos que para un entrevistador experimentado son fuente de una gran información. Esos gestos pueden llevar a crear una imagen de nosotros no correcta y que nos perjudicará a la hora de la decisión de sir ser seleccionados o no. Seamos conscientes de esos gestos. Una forma de saberlo es que una persona de nuestro círculo nos entreviste y otro examine nuestra CNV.
3        Tener Convicción. Ir a la entrevista con una actitud positiva es fundamental para abordar un tiempo en el que nos jugamos el poder tener un nuevo puesto de trabajo. Seremos capaces de responder a las preguntas transmitiendo al entrevistador seguridad y confianza.

Seguiré en el próximo post.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Dado mi trabajo como Coach en procesos de transición de carrera, una de las cosas que siempre aparece es la entrevista. En los próximos post explicaré algunas herramientas que pueden ser de aplicación para incrementar nuestra seguridad al enfrentarnos a ellas.

La entrevista de trabajo es una herramienta en selección de personal totalmente imprescindible de utilizar para poder realizar un proceso de incorporación de personal con todas las garantías de éxito.

A parte de estar preparado, y que implica conocer tanto nuestra trayectoria profesional como nuestras competencias, podemos utilizar algunas herramientas provenientes de la Programación Neuro Lingüística o de la Inteligencia Emocional.

¿Qué podemos utilizar?

En este primer artículo expongo algunas:

1.Fortalecer nuestras creencias potenciadoras y eliminar las creencias limitantes. Utilizar frases como “yo puedo”, “lo voy a conseguir”, “lo alcanzaré” “ese trabajo es mío” ó, “yo soy capaz” nos refuerzan para enfrentarnos a la entrevista con más optimismo, fuerza e ímpetu. Por el contrario, pensamientos como: “no me van a contratar”, “seguro que se me olvida algo””no estoy preparado” “hay gente mejor” no nos favorecen para superar la entrevista.

2.Dar mucha importancia a nuestra imagen personal. En los primeros 7 segundos el entrevistador realizará una evaluación de nosotros y es por ello que debemos cuidar nuestra presencia, teniendo un saludo adecuado, manteniendo la vista con nuestro interlocutor y adaptando el vestuario al puesto de trabajo al que optamos.

3.Saber respirar con el abdomen. Al mantener una postura adecuada en la silla en la que estemos y al respirar con el abdomen, esto nos permitirá que oxigene nuestro cerebro. Reducirá el estrés, dominaremos los nervios y al  hablar más tranquilos podremos aportar la mejor información sobre nosotros.

En el próximo post indicaré algunos más.

sábado, 8 de junio de 2013

El Jefe y los Empleados

En un canal de televisión desde hace unas semanas hay un programa que se llama El Jefe. Es norteamericano por lo que algunas situaciones pueden ser creíbles o no, y sin duda pueden tener un guión preestablecido. De la televisión cada día me creo menos. Me parece muy ficticia y manipulable. En un último capítulo que he visto un Director General se disfraza y va pasando por cuatro puestos diferentes para comprobar “in situ” las condiciones de los mismos, los problemas que existen, que piensan los empleados de la empresa y su puesto, y algunas particularidades más. Después de esas semanas  el D. General llega a su despacho y se echa a llorar. ¿Qué razones había para venirse abajo?
Muchas. Y variadas. Y comunes a muchas empresas. Y que a pesar de que son cosas de sentido común las compañías, y cuando digo compañías, me refiero a sus altos directivos, no llevan a cabo siendo acciones sencillas. Y que llevo escuchando más de 30 años que hay que hacer.
Durante esas semanas este D. General con toda su gran voluntad por mejorar la empresa busca recibir información sobre las condiciones laborales de los puestos de trabajo en cuanto a seguridad y procedimientos, los salarios, la imagen de la empresa, sugerencias realizadas por los empleados, futuro laboral, etc. Y claro ocurre lo que ocurre, que lo que le cuentan no es ni por asomo lo que le hubiera gustado escuchar.
Se encuentra con empleados que con una antigüedad lo suficientemente relevante y que por lo tanto conocen la cultura de la empresa, expresan con toda sinceridad los problemas del día a día y que se podrían resumir en estos puntos:

  • Salario insuficiente.
  • No se admiten y valoran las sugerencias.
  • Trabajos en condiciones ambientales extremas.
  • Procedimientos repetitivos.
  • Pocas posibilidades de desarrollo profesional.
  • Objetivos no marcados adecuadamente y en ocasiones contradictorios.
  • Comunicación inexistente por parte de la empresa.
  • Acciones de la empresa poco motivantes.
Seguro que se me escapa algún comentario pero en mi experiencia en el ámbito de los Recursos Humanos donde he realizado algunos análisis de clima, estos puntos son comunes a los que yo he podido encontrar.
El D. General a continuación, y después de haber hecho un ejercicio de reflexión en una mansión de lo más lujosa, llega a la conclusión que tiene que acometer cambios. Lo primero que se le ocurre es mantener una entrevista con las personas que le dieron la información, lo que para ellos es un shock, pues lógicamente no le reconocían y pensaban “con todo lo que solté por mi boca”. En cambio el D. General les agradece su información y les premia con todo aquello que piensa que les puede mejorar su permanencia en la empresa. Desde dinero para acometer operaciones médicas o comprar coches, una mejora importante de las condiciones laborales, hasta incrementos de salarios e incentivos. Yo me pregunto qué pensarán el resto de compañeros, más que nada por agravio comparativo. Está bien mejorar y darse cuenta de los errores cometidos, pero salir muy favorecido sólo por salir en un programa. Llamaba la atención las lágrimas del D. General cuando daba esas noticias y los empleados se echaban a llorar. Empatía no le faltaba, no.
El secreto de cualquier análisis de clima o estudio de este tipo es realizar un plan de acción adecuado a lo averiguado, aunque eso conlleve un gasto importante. Pero no es gasto, es inversión. Por de pronto conseguirás que tus empleados hablen bien de la empresa y a la larga que incrementen su motivación y productividad.
En resumen, es importante “bajar” de vez en cuando a estar con los empleados, “escucharles” y así poder tomar decisiones que les aporten una mejora en su trabajo.

Así de sencillo y así de difícil.