Va por ellas.

Es increíble pero han pasado 4 meses desde la última vez que escribí en el blog con motivo de las navidades. Se me han pasado estos cuatro meses volando, sin darme cuenta, sin poder concentrarme y prestar atención a lo que me rodea. Han sido cuatro meses de duro trabajo, de tener que estar pendiente de las personas a las que apoyo a conseguir sus objetivos mediante el Coaching, ayudando a otras en los procesos de recolocación con la meta de conseguir un trabajo en el menor tiempo posible. Y a fe que se ha conseguido con algunas de ellas. Otras han estado muy cerca, pero seguro que lo conseguirán en breve. Lo que es verdad es que otros no buscan con ahínco, con fe, con una búsqueda activa potente y poderosa. Se dejan llevar por las circunstancias y se apoyan en sus familias que afortunadamente tienen trabajo, no poniendo “toda la carne en el asador” para volver a reintegrarse al mundo laboral.

Por otro lado he estado casi dos meses entre la preparación y la impartición de un curso sobre la gestión de los recursos humanos en las empresas para un colectivo de trece personas en situación de desempleo, y que aprovechan para aprender cosas nuevas o reciclar sus conocimientos. Ha sido una experiencia cansada pero muy satisfactoria pues te da la oportunidad de conocer gente nueva, sus aspiraciones, sus objetivos, su forma de pensar, sus actitudes ante la vida, y así darme la oportunidad de aportarles mis conocimientos y experiencia de casi 25 años, junto a mis competencias como formador. Sin duda he aprendido mucho de ellos, pues cada persona, cada colectivo de individuos, es algo nuevo, con sus formas de enfrentarse a los asuntos, como resolver problemas, como poner en marcha su creatividad.

En general y sobre todo en mi trabajo con desempleados, me transmiten tanto de forma consciente como inconsciente esa tendencia a estar algo negativos y con poca ilusión sobre sus posibilidades de encontrar un nuevo empleo. Su lenguaje y sus emociones así lo expresan.

No podemos atraer algo positivo si nuestro estado es todo lo contrario.
¿Cómo poder desprenderse de esa negatividad?.
Podemos aplicarnos lo siguiente:

A.Haz que tu memoria rechace los recuerdos negativos.
Cuando tus pensamientos se vayan al pasado, a algún evento negativo, olvídalo. Utiliza una goma de borrar que te permita suprimir de la mente esas experiencias negativas. Busca alternativas para no dejar que fluyan a tu cabeza esos pensamientos. Distrae tu atención con un buen libro, música o una excelente película.

B.Expande tus límites de felicidad.
Deja volar tu imaginación pensando en situaciones que podrían sucederte y que te harían feliz, estar más contento, sentirte bien contigo mismo y con el resto del mundo.
Por ejemplo:
¿Qué me gustaría leer, visitar, escuchar, o ver?
¿Qué objetivos me puedo plantear que cuando los cumpla me harían sentirme fenomenal?
¿Con quién me gustaría pasar una velada maravillosa charlando?

C.Recuerda todos los eventos positivos que te sea posible.
Toma unos minutos a diario durante el tiempo que creas conveniente (días, semanas) para recordar los eventos más felices de tu vida. Busca fotos, vídeos, charla con familiares y amigos. Escríbelos. Entraran a forma parte de tu subconsciente.
En fin, ya he escrito una nueva entrada. Me ha fallado mi plan de acción en cuanto a la escritura en el blog. Pero creo que ha sido por un buen trabajo para con esas personas a las que apoyo y ayudo.

Va por ellas.